sábado, 22 de noviembre de 2008

03 - 29 Oct, 2008 - Badlands National Park

Las Tierras Malas o los Badlands

Photos/Fotos
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Detrás quedaron las preocupaciones de si va hacer mucho frío o no. Quedó confirmado. Fueron 26º F (que serán mas o menos -3º C) dentro de la camioneta, y no sabemos bien cuanto afuera. Y nos cagamos de frío. Bah, en realidad, el sufrimiento mayor no fue el frío. Lo mas jodido fue aguantarse las ganas de mear, para no salir a chupar frió en el recorrido entre la camioneta y el baño público de la parada de descanso donde hicimos noche.
Acá en USA, en las rutas principales más o menos cada 100 km hay unas paradas de descanso, donde hay un estacionamiento grande, un pequeño saloncito para aguantar el viento o la lluvia, y baños generalmente en bastante buen estado. Muchas veces hay unas mesitas en los alrededores con unos techitos donde pararse a comer algo mientras se está de viaje. También es normal (o al menos a eso nos habíamos acostumbrado en Oregon) que haya árboles en los alrededores de la construcción. Bueno, este no era el caso. El estacionamiento estaba (bien grande), los baños también (bien limpios), las cámaras de seguridad también (bien altas), pero los árboles no. La altura de la vegetación no superaba al metro. El viento, obviamente, se aprovechaba de la falta de obstáculos para correr con toda soltura a través de la lomita donde estaba el parador. De más está decir que no ayudaba nada con el frío. O mejor dicho, ayudaba al frío, pero a nosotros no.

Salimos pronto de ahí, ya que es ilegal quedarse más de 8 horas estacionado en uno de estos paradores y arrancamos rumbo a Mount Rushmore. También habíamos decidido pasar por el parque nacional de las tierras malas (como me gustaba decirle a mi, a modo de traducción muy literal de Badlands), ya que quedaba casi de paso a Mount Rushmore. Recién al comenzar a manejar empezamos a ver el paisaje de South Dakota, ya que habíamos entrado al estado durante la noche. Lo primero que notamos es que no es muy distinto a North Dakota. Pastizales extensos y planicies interrumpidas por lomas suaves. O mejor, ondulaciones suaves interrumpidas por planicies ocasionales. Árboles solo cerca de las casas que exigen clemencia del viento.

De pura casualidad, más o menos a la hora del almuerzo, estábamos pasando por un pueblito, DeSmet, donde vimos un cartel que decía algo de Laura Ingalls Wilder. Resulta que ese era el pueblo donde esta muchacha vivió por mucho tiempo y fueron su inspiración para escribir los libros sobre “Little House on the Praire” y luego la serie de tv que en Argentina se llamó “La familia Ingalls”. Les cuento que por las fotos que vimos de la época, la vida era mucho más dura que lo que pintaban en la serie. Mi más sincero respeto para con los pioneros de esa zona. Bueno, excepto por el pequeño detalle que tuvo que pasar el ejército antes y liquidar a los indios nativos. Pero como argentino que soy, no puedo condenar a los estadounidenses por tener una historia similar a la nuestra. Nosotros no dejamos ni a uno de los indios que poblaban a nuestras pampas. Y si hay algo que los norteamericanos hicieron mejor que nosotros fue el tema de la asignación de las tierras a los colonos y pioneros. En usa tenias que demostrar que vivías en la parcela que te iban a asignar. De esa forma se pobló mas o menos homogeneamente (aunque obviamente, en estos lares poca gente querria venir) un país enorme. No como nosotros que dejamos que las tierras se las queden unos pocos que se fueron a vivir a la recoleta y alrededores. Con mirar un mapa de las rutas, o de las vías de ferrocarril argentinas, ya se puede deducir que de federales, tenemos poco.

Recorrimos caminando un poco el pueblito de Laura Ingalls, sacamos unas fotos, engullimos un par de sanguches, y a la ruta nuevamente.

Hicimos noche en un parador de camiones, que no es más que una estación de servicio que está abierta las 24hs, con duchas y una playa de estacionamiento enorme. Esta vez hicimos un desayuno bien híbrido entre EEUU y Argentina. Mate con sanguchitos de peanut butter y jelly (pasta de maní untable y mermelada). Estabamos ya cerca de la entrada a los Badlands, asi que pronto cambiamos de paisaje, que hasta entonces se había mantenido similar. Si, aún después de manejar día y medio, seguíamos rodeados de pastizales y lomas onduladas. Pero como les decía, pronto cambió el paisaje al entrar a los Badlands, y se transformó en un paisaje lunar. Vean las fotos y saquen sus propias conclusiones. Un claro ejemplo de las posibles consecuencias de la erosión hídrica, aunque un poco extremista también. Se ve que las montañitas acá estaban hechas de un sedimento menos resistente y se erosionaron con formas raras.

Por suerte nos vinimos con una camioneta, ya que nos pudimos meter en un camino de tierra, lleeeeno de serruchitos y arena, y vimos a los animales salvajes mas cerquita que lo que pensabamos. Y cuando hablo de cerquita, estoy diciendo dos o tres metros. Si estirabamos la mano afuera de la ventanilla creo que podíamos tocar a los búfalos. Los antílopes estaban un poco más lejos. Y los perritos de las praderas, que viven en colonias en madrigueras dentro de la tierra, con familias en agujeros cercanos el uno al otro que parecen ciudades, estaban tranquis ahí al ladito nuestro mientras estábamos dentro del auto. En cuanto nos bajábamos, entraban a los gritos entre ellos y a correr a meterse en sus agujeros. Por momentos parecía que estábamos en un safari fotográfico en Africa. Hermoso.

El único inconveniente, fue que se nos prendió la luz del terror de la camio, esa que dice “check engine” que anuncia desde problemas inocuos, a enfermedades terminales. Por suerte traíamos con nosotros un aparatito para leer los códigos de la computadora de la camio. El problema era inocuo, el sensor de oxígeno que está detrás del catalizador dejó de funcar. A apagarle la lucecita y a seguir camino. Imapagable la sensación de tranquilidad el saber que la luz mala no indicaba problemas graves.

3 comentarios:

Elisa Street dijo...

Que bueno....como disfruto leer su blog....tanto detalle! Lo que yo quiero saber es donde se consigue la compu que lee las senales de la camioneta? Que preparados....

Elisa Street dijo...

Ohh...y por si hay caso....ya no estamos en Chincha...Chalo esta acabando el proyecto en Pisco...y yo viviendo con los suegros en Lima. Ojala...que Chalo tenga otro trabajo pronto...aca por Lima. Cuando los veremos por estos lares?

Anónimo dijo...

Saludos Erika y Julian! Me encanta leer sobre su viaje, asi que estoy aqui en mi vida 9 a 5 (O sea, 7 a 4, por ser maestra en una escuelita con horas tempranitas). No veo la hora de leer mas acerca de sus aventuras.

Cuidense